Esta es una de las preguntas que más preocupan a las madres que acaban de dar a luz y están amamantando a sus bebés ¡y es normal! Normalmente la llegada de un nuevo hijo supone un periodo de adaptación en el hogar y un esfuerzo extra por parte de los padres. Por eso, la mayoría de las parejas prefieren esperar un tiempo hasta que deciden buscar un nuevo embarazo.
En este post vas a descubrir la fisiología que mantiene la lactancia y cómo el cuerpo va retornando a la fertilidad.
En este post encontrarás...
Todo comienza en el cerebro
Durante el embarazo, se producen grandes cambios tanto físicos como hormonales en el cuerpo de la gestante. ¿Sabías que la producción láctea también empieza en el embarazo? La secreción progresiva de prolactina -la hormona que produce la leche- y otros procesos van estimulando la producción de leche en las glándulas mamarias, preparándolas así para alimentar al bebé cuando nazca.
Cuando llega el momento del parto, suceden grandes cambios a nivel hormonal que causan las contracciones uterinas y el nacimiento del bebé. En los primeros días tras el parto, la prolactina intensifica aún más su secreción y la producción de leche aumenta progresivamente. Aun así, si decides no dar el pecho a tu bebé, ¡no te preocupes! Los niveles de prolactina vuelven a su nivel basal en unas 2-3 semanas.

En las mujeres que dan el pecho los niveles de prolactina disminuyen con respecto al parto, pero se mantienen por encima del nivel basal. Por efecto de la succión, se desencadena un reflejo neuro-hormonal que provoca un pico de prolactina y ese es precisamente el mecanismo que garantiza el mantenimiento de la producción de leche.
¿Cómo afecta esto a la fertilidad?
La hormona FSH -hormona folículo estimulante-, es la encargada del crecimiento de los folículos que se convertirán en óvulos. Esta se mantiene muy baja hasta 10-12 días después del parto. Tras este momento, sus niveles dependen de que la mujer esté dando lactancia completa, mixta o artificial, o del momento del destete. ¿Cómo? Es la propia prolactina la que prohíbe la función de la FSH, de forma que se inhibe la respuesta ovárica impidiendo así el crecimiento de los folículos.
Sabiendo esto, ya podemos asegurar que la vuelta a la fertilidad tras el parto dependerá de la lactancia que la madre haya decidido llevar a cabo. El tiempo que transcurre entre el parto y la primera ovulación varía según cada mujer pero, antes o después, la ovulación se produce incluso ¡ojo! aunque el niño siga tomando la leche materna como alimentación exclusiva. Aun así, podemos decir que es muy frecuente que la ovulación vuelva cuando se empieza el destete y se reduce el número de tomas.
Si mi bebé toma lactancia exclusiva… ¿Qué puedo esperar durante esa etapa?
Lo que sin duda aparecerán durante los días de puerperio (post-parto) serán los loquios: una hemorragia que contiene sangre, moco y tejido placentario. No te asustes, esto es totalmente normal y tu cuerpo necesita terminar de expulsar toda la materia que ha ido acumulando a lo largo del embarazo.
Una vez terminados los loquios, estamos ante una etapa de pocos cambios hormonales (recuerda que la prolactina está inhibiendo la función ovárica). Por eso, la mayoría de las mujeres experimentan durante muchos días las mismas sensaciones en la vulva: sensación completamente seca o una sensación pegajosa o húmeda que no varía a lo largo de los días. Sea cual sea tu observación, este patrón que no varía a lo largo de los días estará relacionado con INFERTILIDAD.
Una vez comienza el destete porque el bebé comienza con alimentación complementaria, es muy probable que la mujer observe cambios en el flujo vaginal y, sobre todo, cambios en su sensación vulvar (ahora se sentirá húmeda o incluso mojada más a menudo). Estas variaciones se deben a que los niveles de estrógenos están empezando a fluctuar y, poco a poco, se está retornando a la FERTILIDAD. Consideramos, por tanto, que hemos vuelto a la fertilidad cuando se da la primera ovulación tras el parto. Si la pareja quiere evitar un nuevo embarazo, es un momento de vital importancia para que la mujer intente identificar correctamente cuáles están siendo sus sensaciones diarias.

¡RECUERDA!
La infertilidad se caracteriza por patrones de flujo vaginal sin cambios
La fertilidad está relacionada con flujos que van variando a lo largo de los días
Durante la vuelta a la fertilidad es muy habitual que aparezcan patrones de evolución del flujo vaginal que quizás la mujer no había identificado antes del embarazo. Además, puede haber sangrados (que no son menstruación), ciclos más largos o más cortos de lo habitual, etc. Estas variaciones son habituales; solo tienes que tener un poco de paciencia y darle tiempo a tu cuerpo para que pueda volver a sus niveles hormonales normales.

Aunque estas bases fisiológicas son las que actúan durante la lactancia, como te puedes imaginar, la vuelta a la fertilidad es un mundo para cada mujer y dependerá en gran medida de sus niveles hormonales, estrés, número de tomas, succión del bebé, horarios de lactancia, etc. Por eso, te animo a que aprendas con el Método Billings® a reconocer tus sensaciones y registrarlas correctamente para poder disfrutar de esta etapa preciosa con tu bebé sin tensión ni ansiedad.