Método de la ovulación Billings®

El Método de la Ovulación Billings es un método de planificación familiar natural. Creado por los doctores Evelyn y John Billings, es un método basado en la observación del moco cervical a lo largo del ciclo ovárico. Las observaciones que la mujer va haciendo diariamente indican a la pareja en qué momento del ciclo menstrual se encuentra y si ese día es fértil o no.

Ya que la observación se hace diariamente, la pareja puede cada día decidir si se están dispuestos a recibir una nueva vida o si, por el contrario, prefieren aplazar esta posibilidad por alguna razón concreta.

Además, los datos recogidos pueden ayudar a diagnosticar precozmente algunas alteraciones o trastornos ginecológicos.

Existe toda una base científica que sustenta este método natural, después de haber realizado análisis hormonales, pruebas de imagen y exámenes ginecológicos a más de 750.000 mujeres. Actualmente, miles de parejas lo usan en todo el mundo, con independencia del nivel cultural y económico. Asimismo, es importante hacer saber que es un método apto también para mujeres invidentes, ya que el parámetro más importante para llevarlo a cabo es la sensación vulvar que la mujer registra diariamente.

Para saber más detalles sobre cómo funciona este método y cómo puedes aprenderlo, pincha aquí.

Método sintotérmico

Aunque este método es conocido normalmente con este nombre, realmente existen varios métodos sintotérmicos; de hecho, se engloban en este grupo todos aquellos métodos que se basan en la observación de los siguientes parámetros:

  • Temperatura corporal basal
  • Cálculo preovulatorio modificado de Ogino
  • Moco cervical
  • Palpación del cuello uterino

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es aconsejable usar al menos dos de estos parámetros para poder obtener una información realmente fiable. En general, se suelen usar la temperatura corporal, la observación del moco cervical y la palpación del cuello uterino de forma alternada según el momento del ciclo. (El método del cálculo preovulatorio o Método Ogino no es aplicable cuando los ciclos de la mujer son largos o irregulares, ya que su funcionamiento estadístico no aplica en estos casos).

Si quieres obtener más información sobre el funcionamiento del método y contactar con profesionales cualificados, puedes pinchar aquí

Método Creighton y NaProtecnología

Esta especialidad médica, desarrollada recientemente en EEUU, está dedicada a resolver los trastornos reproductivos, aunque su aplicación beneficia en gran medida también la salud ginecológica y obstétrica de la pareja.

Se basa en el diagnóstico y tratamiento de las causas de la infertilidad, tanto del hombre como de la mujer. La novedad más revolucionaria de la NaProtecnología es que monitoriza los parámetros de la salud reproductiva, y provee de tratamientos médicos y quirúrgicos que ayudan al sistema procreativo natural, sin sustituirlo. Es decir, propone un tratamiento (cirugía, medicación, etc) que soluciona las patologías que estén interfiriendo en la reproducción.

Como inconveniente, hay que tener en cuenta que este método ha estandarizado las observaciones y sensaciones que la mujer hace de su propio moco cervical, de forma que no cabe la subjetividad y la opinión de la usuaria, sino que debe buscar una descripción que encaje con su observación, lo que puede dificultar el diagnóstico.

En este enlace puedes encontrar más información sobre el método Creighton y su aplicación en la NaProtecnología.

Método Ogino

Creado por el doctor Kyusaku Ogino, este fue el primer método natural de planificación familiar. Se basa en unos cálculos estadísticos que indican a la pareja cuáles son los días fértiles del ciclo femenino.

Es un método matemático que podría ser muy útil si la mujer tuviese siempre ciclos muy regulares en los que la ovulación ocurriese siempre el mismo día. Sin embargo, estos casos se dan muy poco (incluso en las mujeres de ciclo regular la ovulación puede variar de un ciclo a otro) y no es un método muy adecuado si la pareja busca evitar embarazos.

Método MELA

Ante todo, es muy importante desterrar la leyenda urbana de que la lactancia es igual a infertilidad. ¡No es así! Durante la lactancia, dependiendo de las características de esta (número de tomas, horario de las tomas nocturnas, etc), puede retornar la fertilidad de la mujer con la primer ovulación y quedar de nuevo embarazada.

El Método de la Lactancia y Amenorrea (MELA), por su parte, propone una serie de criterios que pueden ayudar a la mujer a continuar con la infertilidad para evitar un embarazo durante este periodo.

Puedes encontrar más información sobre este método en esta sencilla guía.

Monitores de fertilidad

Aunque no son un método natural al estilo de los anteriores, es cierto que la tecnología ha avanzado mucho en este sentido, y estos dispositivos no suponen ninguna intrusión en el cuerpo de la mujer ni fçisica ni farmacológicamente. Actualmente son muchas las compañías farmacéuticas que trabajan en el diseño de estos dispositivos y, cada vez más frecuentemente, añaden más marcadores biológicos a sus herramientas, consiguiendo una gran sofisticación: identificación de la hormona LH, medición de los electrolitos minerales, en forma de auricular o a modo de pulsera… En cualquier caso, estos dispositivos indican en el momento si la pareja está en un momento fértil o no.

Ciertamente estos instrumentos no brindan datos sobre otras características del ciclo femenino, sino que informan exclusivamente de la posibilidad de fertilidad.

Por otra parte, los niveles hormonales pueden variar a lo largo de un día, por lo que muchos de ellos no son fiables si registran datos solo en un momento puntual de la jornada. A pesar de esto, los monitores de fertilidad pueden ser una herramienta que ayude a la pareja de forma puntual si no confían en los cálculos que están haciendo o reciben datos ambiguos de los distintos parámetros que están usando.